Automatización

La automatización comprende el conjunto de recursos, métodos y tecnología encaminado al control efectivo de un determinado proceso, de tal forma que este se lleve a cabo de un modo automático…

Automatizar la producción

La automatización comprende el conjunto de recursos, métodos y tecnología encaminado al control efectivo de un determinado proceso, de tal forma que este se lleve a cabo de un modo automático, reduciendo en todo lo posible la intervención humana. Cuando tal control va referido a un ámbito eminentemente productivo, hablamos de automatización de procesos industriales.

Los procesos industriales y la importancia de automatizarlos

En un entorno económico tan globalizado y competitivo como el actual, la automatización de procesos se ha convertido en un factor clave a la hora de optimizar la producción y conseguir satisfacer la demanda creciente de bienes en intervalos temporales cada vez más reducidos.

En este sentido, la sustitución de mano de obra humana por maquinaria y tecnología avanzada suele llevar aparejada una gestión más rápida y eficaz de los recursos, ofreciendo a las empresas grandes ventajas competitivas con las que asegurar su supervivencia en el mercado.

Es por ello que la automatización industrial viene a ser hoy en día un factor clave en el desarrollo y crecimiento empresarial.

Aumento de la productividad

Una de las principales ventajas derivadas de automatizar los procesos es el incremento en los niveles de productividad. Es lógico que así suceda, pues no en vano la mano de obra humana está sujeta a agotamiento y otros percances que a la larga provocan una disminución de su rendimiento. Un sistema automatizado, sin embargo, puede llevar a cabo ese mismo trabajo con absoluta precisión, lo que se traduce en un mayor rendimiento.

Reducción de costes

Si bien es cierto que a veces puede resultar elevado el costo inicial de implementar tanto las máquinas como el software requerido para automatizar los procesos, no lo es menos que esta inversión suele amortizarse con rapidez. Así, la sustitución de mano de obra humana por tecnología automatizada provoca una drástica reducción de los costes tanto de producción como de energía, lo que hace que el retorno de la inversión inicial tenga lugar de un modo rápido y seguro.

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